Demasiado amor fortalece lazo con hijos

De pequeños nos programan, nos compran muñecas y nos hablan del sublime papel de una madre. Oficialmente las madres debemos ser amorosas, siempre estar con sus hijos y sacrificarnos por ellos. Esta consigna ancestral la traemos tatuada en el cerebro y es por eso que pensamos que ser madre es equivalente a ser casi “esclava” de los caprichos, consoladora de berrinches y procuradora de mimos y bienes para los hijos. Te voy a explicar por qué no es bueno, dar demasiado amor a los críos.

El problema es que nunca nos dijeron la medida y cuando les negamos las cosas o simplemente no queremos apapacharlos, nos sentimos malas y la culpa entra de lleno para hacernos sentir que fallamos en el encargo.

Los hijos e hijas llegan al mundo sin saber todo esto, pero pronto se dan cuenta de que ellos son los reyes de la casa y que un solo llanto o una carita de tristeza tienen un poder maravilloso para lograr lo que desean.

La respuesta es sencilla:

•Tus hijos te ven como te vendes. Si te vendes como su incondicional, ellos asumirán que así eres y no sentirán que deben retribuirte por algo que es tu obligación
•Si no les pides nada a cambio de lo que les das, no aprenderán que deben agradecerlo o pagarlo.
•Si les das todo a tus hijos porque tu necesitas sentirte “buena madre”, es fácil que te olvides de hacer “buenos hijos”
•Si no puedes, por ningún motivo verlos sufrir, aunque sea un poquito, ellos entenderán que su felicidad esta depositada en tus acciones y no en las suyas.
•Ser salvadora no convierte a los hijos en hombre fuertes y valientes.
•Tu entrega les asegura tu amor y no sienten necesidad de ganarlo
•La madre fría o alejada hace que sus hijos busquen constantemente su cariño y aprobación, pero eso no es mérito de la madre sino carencia de los hijos.

Via bbmundo

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