“Durante mi carrera me han ofrecido diputaciones de todos los partidos, pero yo pensaba: si fuera para gobernadora, sí aceptaría. ¡De veras! Ya me da miedo lo que pienso”, confesó entre risas la exmiss universo Lupita Jones, quien hoy aceptó públicamente la candidatura al gobierno de Baja California por la alianza PRI-PAN-PRD.
Gris, plana y sin fijar posiciones políticas sobre quiénes serán sus adversarios en la carrera por la gubernatura, la “maestra”, como hoy le dicen los dirigentes de la alianza, tuvo su primera conferencia de prensa este miércoles, y dijo que aceptó la postulación “porque vamos a ganar”. Luego aclaró que su candidatura es de “unidad” y para encabezar “un proyecto muy superior a los intereses de unos cuantos”.
Respaldada por Enrique Méndez, dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN); Carlos Jiménez Ruiz, del Revolucionario Institucional (PRI), y Omar Sarabia, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jones afirmó que la gubernatura es un acto de “administración de recursos y verificar que éstos lleguen a donde deben de llegar”.
Durante la conferencia, la candidata aliancista evitó fijar posiciones políticas y menos aún referirse a las acusaciones que hoy enfrenta el exgobernador panista Francisco Vega De Lamadrid, investigado por un presunto desvío de mil 200 millones de pesos por el uso de facturas falsas.
El único momento en que Jones se atrevió a emitir una frase diferente, ante la presión de los reporteros, fue cuando se le preguntó qué opinaba y qué debe hacerse para disminuir los feminicidios en el estado. “Se debe controlar”, dijo nerviosa, mientras se enfilaba hacia la salida.
Con información de PROCESO