Aún con la advertencia de que no habría permisos por falta de agua en Nuevo León, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que Tesla instale su planta automotriz en Monterrey.
El mandatario informó que un primer compromiso es el uso de agua tratada en todo el proceso de fabricación, incluso para la pintura de los automóviles, como es sabido que sucede en el sector.
Sin embargo, el presidente expuso que con una inversión de gran magnitud -sin aclarar de cuánto será- también implica que se incremente la población que, destacó, en diez años, en los censos de 2010 y 2020 el crecimiento población en la zona metropolitana de Nuevo León fue de 23 por ciento, es decir un promedio anual de 2.3 por ciento de incremento, cuando la media nacional es de 1.2, “se trae un crecimiento del doble eso significa más consumo de agua para la población”, dijo.
Por esa razón el presidente expuso a Musk que para resolver el problema de déficit para consumo humano, a corto plazo, se invierte en la presa Libertad y para construir acueducto El Cuchillo 2, por lo que aseguró que acordaron un plan para mediano y largo plazo, sin dar más detalles.
El presidente dijo que no quiere dar más detalles porque aunque no hubo un compromiso formal para no hacerlo, buscó actuar con prudencia y de manera responsable.
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