El 18 de febrero, la NASA logró un amartizaje exitoso del vehículo explorador Perseverance, haciendo historia. Un mexicano participó en esta gran hazaña y no lo hizo de una manera menor: Luis Enrique Velasco Velázquez, ingeniero mecánico nacido en Chiapas, dirigió al equipo que se encargó de construir y diseñar el sistema de travesía del vehículo.
Luis Enrique Velasco Velázquez nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde cursó su educación básica hasta la preparatoria, cuando con 17 años, partió a Estados Unidos para estudiar inglés y posteriormente, logró ingresar a la universidad en ese país.

En entrevista con MILENIO, el ingeniero recuerda que, desde niño, cuando caminaba las ruinas de Palenque en Chiapas, siempre sintió la curiosidad de aprender del cosmos, y que eso le motivó a buscar a seguir los pasos de la antigua cultura maya.
“Yo fui muy conocedor desde muy niño de la cultura maya y eso se lo debo a mis padres; desde muy pequeño caminé en las pirámides de Palenque y crecí admirando a esa cultura, mi cultura, yo entendí que yo descendía de esta cultura y civilización asombrosa en su tiempo y vi las grandes creaciones y pirámides enormes y entendí que ellos siempre estuvieron interesados en el cosmos, yo a muy pequeña edad pude concebir eso, la grandeza de esta cultura, y yo siempre creí que era uno de ellos, en su momento empecé e soñar y dije, tengo que poner en alto a esta cultura que pasó aquí , porque no puedo yo seguir esa tradición de grandeza de hacer cosas muy importantes”, explica Velasco Velázquez.
Luis Enrique Velasco culminó su carrera como ingeniero mecánico y en 2004, ingresó a un programa de la NASA justo cuando la agencia aterrizaba dos Rovers, el Spirit y el Opportunity, y desde ahí, comenzó a colaborar con los laboratorios de la agencia, cumpliendo con su sueño de explorar el cosmos.

Para la misión del Perseverance, trabajó junto a su equipo técnico durante ocho años desde el 2013 para diseñar y construir la parte mecánica de los equipos, que se encargaron del ingreso, descenso y aterrizaje de este vehículo y que la misión fuera un éxito.
“La fase más critica de la misión, incluso la NASA le conoce como los 7 minutos de terror, porque toma 7 minutos desde que la capsula de nuestra sonda entra a la atmosfera del planeta y aterriza. Todos los sistemas, todo el equipo que toma esto, fue mi responsabilidad en el diseño mecánico”, Afirma Luis Enrique Velasco.
Con información de Milenio